El robo de una ilusión




A estas alturas creo que ya todos tenemos claro el sesudo mensaje que enviamos a Eurovisión con la canción y el baile de Chanel.

Muchos son los que dicen que no siguen este festival, pero tanto si se es seguidor o no, guste o no, lo cierto es que para muchos millones de europeos esa canción será la única muestra de lo que se cuece en España en música actual.

Todos los que, de una u otra manera, amamos verdaderamente nuestra cultura, hemos de sentirnos tristes y dolidos ante la burda imagen que, por decisión de cinco personas de un jurado del que más adelante convendría hablar, proyectaremos en unos meses en Europa.

Cierto es que la calidad de nuestras propuestas para Eurovisión, desde hace ya muchos años, han sido ramplonas y poco ilusionantes, pero con la denigrante letra en mal castellano y peor inglés y la pobre música de esta canción en mala imitación de ritmos muy de moda pero foráneos, creo que hemos tocado un fondo no comparable al de el famoso "Baila el chiki chiki" que era una irónica reacción al maltrato hacia nuestro país en las votaciones eurovisivas.

Lo peor es que la elección de la canción "SloMo" deja fuera a tres propuestas mucho más interesantes, entre las que abrumadoramente destaca la favorita del público, "Terra", del trío gallego Tanxugueiras. Ilusionante creación de gran fuerza expresiva con mensaje integrador, puesta en valor de las lenguas españolas y que, sin dejar de ser un magnífico reconocimiento a las músicas de raíz, aporta un aire de modernidad y originalidad desconocido hasta ahora en nuestros representantes.

Con estas palabras no quiero dejar de reconocer la impecable actuación de Chanel como cantante y bailarina, pero creo que su canción solamente es la mejor y más conveniente para representar a los cinco miembros de ese jurado que ha robado la ilusión de todo un país.

Luis Hidalgo Martín

Comentarios

Entradas populares