Marciano Cuesta Polo, hijo adoptivo de Segovia
MAÑANA EL AYUNTAMIENTO DE SEGOVIA NOMBRARÁ HIJO ADOPTIVO A MARCIANO CUESTA POLO.
Una alegre noticia que con todo merecimiento rinde homenaje
a uno de los más claros intelectuales vivos de nuestra ciudad. Un personaje siempre
alejado del exhibicionismo cultural, que desde el rigor de su vasto conocimiento
y sensibilidad y que con la anónima generosidad que caracteriza a los que se
mueven impulsados sólo por el amor al saber, aparte de su valiosísima aportación
filológica y literaria, ha contribuido al florecimiento de numerosas
iniciativas encaminadas a la lucha contra el olvido de la más inmaterial y abstracta
de las artes: La música, y particularmente aquella que duerme en polvorientos
rincones de la memoria colectiva o en oscuras estanterías de viejas
bibliotecas.
El
rigor y la erudición planteados en Danzas
de Paloteo Rituales del Corpus y Libros de Cofradía en Veganzones aporta un
material impagable, tanto en lo antropológico como en lo que a folklore se
refiere, sin duda es una bella perla de gran claridad expositiva y práctica.
Pero
la gran aportación de Marciano al patrimonio musical de nuestra ciudad es su
trabajo de reordenación, catalogación, transcripción, corrección, edición y
puesta al día de, como decía el musicólogo Samuel Rubio la "soberbia antología de la música franco-flamenca" que es el Manuscrito Musical del Archivo de la
Catedral de Segovia, más conocido como el Cancionero de Segovia.
La
lista de virtudes de esta deslumbrante joya podría resultar maravillosa al
profano, mientras que para el experto, el calificativo no puede descender de
maravillosísimo, dada la importancia de la calidad de las obras (muchas en
fuente única) pertenecientes a los compositores más excelsos de la Europa
Renacentista.
Felicidades
Marciano, y gracias por tu modélica generosidad y amor a esta ciudad. Ojalá
sepamos ser dignos merecedores tuyos.
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