Ministriles
Ministriles
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Semana de Música de Cámara de Segovia
Ministriles
de Marsias
Fernando
Sánchez, bajón y bajoncillos
Javier
Artigas, órgano
Obras
de Correa de Arauxo, Selma y Salaverde, Ximénez, Sweelinck, Aguilera de Heredia
y Kerll
Catedral
de Segovia
Luis
Hidalgo Martín
Ministriles de Marsias, en formación
reducida a dúo de bajón y órgano, fueron los protagonistas del concierto Sones desde los balcones que dentro de
la Semana de Música de Cámara de Segovia ofreció una interesante panorámica de
la época de esplendor del bajón, aquella que va desde mediados del siglo XVI
hasta los albores del XVIII, aunque tal y como en las notas al programa nos
cuentan Ministriles de Marsias, en algunas capillas catedralicias de la
geografía peninsular ibérica, el uso del bajón perduró hasta bien entrado el
siglo XX. No sé si habrá composiciones para el instrumento que daten de fechas
tan recientes, pero de ser así, la inclusión de alguna de ellas hubiera podido
aportar variedad a un programa con obras de gran calidad pero excesivamente
centrado en repertorio perteneciente al primer barroco.
Como suele ser frecuente en la
sesión que todos los años la Semana de Cámara reserva a la música organística,
el concierto convocó a una gran cantidad de público que durante una hora
escuchó en respetuoso silencio las interpretaciones del dúo.
Desarrollado en el órgano de la
Epístola, comenzó el concierto con Tercer
tiento de sexto tono sobre la primera parte de la Batalla de Morales, una
composición de Francisco Correa de Arauxo, que ejerció durante catorce años en
esta catedral y cuyos restos reposan a escasos metros del órgano, por lo que
siempre la resonancia de sus composiciones en este lugar tienen una emoción
especial añadida.
La segunda obra fue la Fantasía per basso solo de Bartolomé de
Selma y Salaverde, que pasa por ser la primera obra escrita para el instrumento,
y en la que los dos intérpretes consiguieron un magnífico equilibrio sonoro
creando la ilusión de ser el bajón un registro más del órgano.
En estricta alternancia de obras
solistas de órgano con otras en las que este pasaba a ser acompañante, o mejor
dicho, colaborador del bajón, el concierto transcurrió por sucesivas piezas de
gran atractivo en la registración como la Ensalada
de Sebastián Aguilera de Heredia, suntuoso colorido y solemne melodía en Discurso de medio registro de tiples de
segundo tono por Dsolre de Arauxo, o profundo ensimismamiento y densa
textura polifónica en Fantasía cromática
a 4 de Jan Pieterszoon Sweelinck, muy representativa del estilo organístico
de los Países Bajos y muy adecuada como punto de contraste con las piezas ibéricas.
La célebre y espectacular Battalla, siempre atribuida a Juan
Bautista Cabanilles y ahora presentada como de Johann Caspar Kerll (que sirve
además como modelo y base para la más popular composición de Cristobal Halffter)
propició el punto culminante de la interpretación organística, mientras que la
suite de temas de carácter popular Tonos
de Palacio, recogidos por Francisco de Tejada en 1721, brindaron la
oportunidad de escuchar al bajoncillo en brillante conjunción con el órgano en
temas de tierna ingenuidad pastoril y sabrosas variaciones de danza sobre la
folía o marizápalos.
Los aplausos del público fueron
agradecidos con el bis de Marizápalos
poniendo fin así a un concierto interesante en lo musicológico pero un tanto
sobrio por la dominante igualdad estilística.
Órgano de la Epístola
Órganos del Evangelio y la Epístola
Vidriera de Francisco Herránz en la Catedral de Segovia
Catedral de Segovia
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