¿Qué es música sacra?

¿Qué es música sacra?


30 Semana de Música Sacra de Segovia
Aswat-Voces
Karima Nayt, voz
Juan Gómez, guitarra
Fredrik Gille, percusión
Erik Rydvall, nyckelharpa
Iglesia de San Juan de los Caballeros - Museo Zuloaga

Luis Hidalgo Martín

            ¿Qué es música sacra?
            Aunque tan magnífico dilema, que desde hace siglos es fuente de continua polémica, no va a ser resuelto en estas modestas líneas, no quiero desaprovechar la oportunidad para dar mi opinión. Creo que la música sacra se desarrolla en dos planos que, aunque paralelos, a veces están estrechamente interconectados: uno objetivo y otro subjetivo. En el primero se incluiría toda la música hecha en alabanza a Dios y su obra, independientemente de la también polémica diferenciación entre música litúrgica y religiosa, mientras que en el segundo se presentarían aquellas músicas que aunque no hayan sido creadas con una motivación o intención religiosa, sirven al oyente para la recreación espiritual o la reflexión sobre lo divino. Como puede observarse el primer plano queda definido por la intencionalidad del compositor y el segundo por la asimilación o reacción del oyente; sin duda dos vías complementarias.  
            Ésta introducción intenta responder a la pregunta sobre si el concierto de Aswat-Voces se adaptaba a un ciclo de música sacra. Creo que desde el campo objetivo no era así, pero desde el subjetivo la cosa puede cambiar y cada uno deberá dar su respuesta. Cuando escuchaba el concierto mi opinión subjetiva hubiera sido negativa, pero mientras escribo y recuerdo la belleza tímbrica y las variadas inflexiones de la voz de Karima Nayt, los exóticos arpegios  de la guitarra flamenca de Juan Gómez, los intrincados ritmos del percusionista Fredrik Guille, o la sugerente sonoridad del infrecuente nyckkelharpa o viola de teclas de Erik Rydvall, siento que me  reconforto. También me produce alegría evocar la mezcla de estilos tan dispares como el vals francés, la rumba, la canción árabe tradicional, la música sefardí o  el folklore sueco, que transmitieron una gran sensación de universalidad en manos de estos músicos de nacionalidad argelina, sueca y española capaces de convertir la interpretación en un acto de comunión. Y también me emociona y da esperanza esa demostración de, no sé si respeto, bondad, humanidad, o todo a la vez, cuando de pronto se hace el silencio, expectación, tensión, uno de los intérpretes reconoce haberse quedado en blanco, abrumado pide perdón, el público aplaude y... la vida sigue.
            Releo el párrafo anterior y encuentro palabras como: alegría, reconforta, universalidad, comunión, emoción, esperanza, perdón, respeto, bondad, humanidad y vida. Sí, ahora creo que algo sacro aconteció con la música de Aswat-Voces.   

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