Brillante
Brillante
Iván
Martín, piano
Obras
de Soler, Clementi, Liszt, Debussy, Chopin y Bach
San
Juan de los Caballeros
Luis
Hidalgo Martín
Cuarenta y tres veranos lleva la Semana de
Música de Cámara acercándonos las mejores obras e intérpretes de un género
fundamental de la gran música. Cuarenta y tres años que han servido para que
este ciclo, el más veterano de la provincia, deje una huella profunda e
insustituible en la vida cultural segoviana y se convierta en uno de los
principales argumentos de la riqueza de nuestro patrimonio cultural. Cuarenta y
tres años en los que, en época de bonanza, la Semana ha prolongado sus días o,
como en la que ahora toca, se ha visto obligada a reducir su desarrollo a las
dimensiones de un puente largo; cuarenta y tres años con algunos errores,
incluso con escandalosas decepciones, pero sobre todo, cuarenta y tres años con
muchos grandes éxitos y notabilísimos aciertos, y como muestra basta el ejemplo del concierto inaugural
de esta edición en el que el canario Iván Martín encantó con su musicalidad al
público asistente al maravilloso marco de San Juan de los Caballeros.
Con la actuación de Iván Martín se
completaba otro de los aciertos a medio plazo de la Semana, conseguir que en
tres años hayan pasado por San Juan de los Caballeros los dos artistas más
importantes de la brillante nueva generación de pianistas españoles: el propio Iván
Martín y el madrileño Luis Fernando Pérez.
El pianista canario abordó un programa
bien variado y de un fuerte carácter didáctico con obras de compositores cuya
contribución ha sido fundamental para el desarrollo del pianismo moderno.
Aunque no excesivamente conocido por
el público Antonio Soler forma junto a Scarlatti y Boccherini un triángulo
mágico en la música española del XVIII. Reivindicadas por lo nuevos pianistas,
sus sonatas, al igual que las de otra figura como Blasco de Nebra, son toda una
sorpresa para el público por su calidad, belleza y fuerza expresiva, valores intrínsecos
que la solidez interpretativa de Iván Martín potenció al máximo y que se
prolongarían en la efervescente Sonata nº
2 Op. 24 de Muzio Clementi que dio paso al descanso.
Si la primera parte fue sugerente y
emotiva la segunda se caracterizó por la fuerza caudalosa de la elocuencia
musical de Iván Martín. El virtuosismo sin fisuras del que es poseedor se puso
al servicio de una musicalidad inteligente y sensible para crear una paleta de
colores deslumbrante en intensidad y variedad y un continuo fluir de recursos
expresivos que, unido a una perfecta caracterización de cada estilo, hizo que
la fascinación de la interpretación alcanzase alturas vertiginosas en Funerailles de Liszt, en los tres
sutiles preludios de Debussy o en la impresionante Gran Polonesa Brillante de Chopin.
Los aplausos de un público entregado
fueron agradecidos con un espectacular Estudio
Revolucionario de Chopin y un hondo coral de Bach.
Publicado en El Norte de Castilla 25-7-2012
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