Semana de fusión



41 Semana de Música de Cámara de Segovia
Looking Back/Andreas Prittwitz
Andreas Prittwitz, flautas de pico, saxos y clarinete
Antonio Toledo, guitarra española
Ramiro Morales, guitarra barroca
Laura Salinas, viola de gamba
Sergio Martínez, percusiones
Obras anónimas y de Dowland, Bach, Sanz y Vivaldi
San Juan de los Caballeros-Museo Zuloaga

Una vez más la música de fusión vuelve a la Semana de Música de Cámara, que dado su poco carácter camerístico (de ocho conciertos, solo cuatro se adaptan a ese género) y su gusto por la mezcla debería ir cambiando su nombre para hacer coincidir la definición del continente con el contenido.
Hasta ahora los dos conciertos de fusión jazz-clásico, el sinfónico de la orquesta BandArt y el religioso de Cantus Cölln, han sido de una alta calidad, cuando no sublimes, y también han sido los que más público han atraído. Son excelentes propuestas para un Festival como el de Segovia, pero al estar incluidos en la Semana de Música de Cámara restan coherencia a la que desde hace cuarenta y un años ha sido la bandera de la cultura musical segoviana. Es evidente que una de las maneras de salvar este ciclo sería potenciando el Festival y preservando la integridad de la Semana, pero hay que ser conscientes de la crisis económica; entonces quizá haya que liberarse de ese alto concepto cultural de nuestra sociedad y pensar que si para mejorar las cifras de asistencia de público hay que ofrecer otro tipo de espectáculos, quizá es que no tengamos la necesidad de hacer una Semana de Cámara y tan solo nos baste con unas pocas jornadas. Triste corolario para una ciudad que aspira a ser Capital Cultural Europea. Quede ahí esa pequeña reflexión y centrémonos en el concierto de Looking Back/Andreas Prittwitz, un grupo que asentado sobre dos pilares básicos, como el flautista, saxofonista y clarinetista Andreas Prittwitz y el guitarrista Antonio Toledo, ofreció un recorrido por ritmos y melodías de la época renacentista y barroca desde una perspectiva de improvisación moderna que no tiene por qué quedar únicamente definida como jazz. Hay que recordar que la glosa, la diferencia, la variación... son formas de improvisación habituales hasta bien entrado el siglo XVIII y que por tanto no toda improvisación es sinónimo de jazz, algo que parecen entender muy bien los músicos de Looking Back.
Las recreaciones sobre música de John Dowland y, sobre todo, Gaspar Sanz, podrían reflejar escenas reales durante el siglo XVII. Muy interesante fue la introducción guitarrística de la célebre canción 'Tres Morillas' y el Preludio de la primera suite para chelo de Bach, interpretado con el saxo tenor, que marcó un momento de gran originalidad y belleza; pero encajar el segundo Minueto de la misma suite a ritmo de rumba plantea la duda no sobre su conveniencia pero sí sobre su necesidad.
En fin, un concierto bien resuelto, curioso, agradable y entretenido.

Luis Hidalgo Martín (El Norte de Castilla)


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