Torrente arrollador

35 Festival de Segovia En Abierto Tania María, piano y voz Marc Bertaux, bajo Mestre Carneiro, percusión Caio Mamberti, bateria Plaza de Medina del Campo (San Martín)
La misa que esta mañana se celebra en la Catedral y en la que, a cargo de la Capilla Jerónimo de Carrión que dirige Alicia Lázaro, podrá ser escuchada la 'Misa a seis voces' de Juan Antonio Montón y Mallén, quien fuera maestro de capilla de nuestra Catedral entre los años 1759 y 1781, marcará el punto final del 35 Festival de Segovia. Pero el auténtico fin de fiesta en su sentido más popular se produjo el viernes con la actuación de la cantante y pianista brasileña Tania María.
Durante hora y media el Tania María Quartet abordó un repertorio muy personal en el que también hubo claras referencias a figuras fundamentales de la música brasileña como Tom Jobin y Vinicius de Moraes, de los que pudimos escuchar una sugerente recreación de su 'Agua de beber', o Jorge Bem cuyo popular 'Más que nada' sirvió para crear uno de los mejores momentos de la noche en el aspecto creativo y también en cuanto a la conexión con el público.
La música de Tania María se caracteriza por su capacidad de transformación, que partiendo de unas formulas rítmico-melódicas genuinamente brasileñas son desarrolladas en una armonía que se decanta más del lado del jazz que de la bossa nova. En un estilo menos sutil, pero más contundente y libre, que otros grandes pianistas brasileños como Eliane Elias o César Camargo Mariano, la expresión de Tania María es absolutamente impetuosa, su forma de cantar es directa, de gran belleza en los temas más íntimos y muy efectiva en la utilización del 'scat' que siempre utiliza al unísono del piano para crear un timbre que la caracteriza.
Pero lo que realmente fascina es esa fuerza de torrente arrollador que despliega en el aspecto rítmico y su relación con los espléndidos músicos de los que se hace acompañar. Bajo, batería y percusión, es toda una declaración de intenciones.
La metronómica batería de Caio Mamberti, junto a la solidez del bajo de Marc Bertaux y a la brillantez de la percusión de Mestre Carneiro crearon un rico caldo de cultivo sobre el que la pianista experimentó toda clase de diabluras armónicas y rítmicas que le acercaron en algunos momentos al free-jazz.
Tania María demostró ser una artista de rompe y rasga, una ideal apuesta para cerrar un interesante Festival de Segovia. Luis Hidalgo Martín (El Norte de Castilla)

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